Ondre J Pivec
¿Puedes contarnos primero sobre tu origen, de dónde eres, y cuándo conociste la música y el piano por primera vez?
Nací en un pequeño pueblo de la República Checa. Mis padres me dicen que solía cantar antes de que pudiera caminar. Recuerdo una vez en Navidad que fuimos a la iglesia y escuché tocar el órgano. Cuando quisieron irse hice un escándalo porque solo quería quedarme y escuchar la música. Así que terminamos quedándonos una hora más hasta que terminó la música.
Cuando tenía unos tres años, había una profesora muy ambiciosa que tenía un programa extraescolar de piano para niños de 5 años en adelante. Iba a los jardines de infantes eligiendo niños talentosos y viendo si tenían un don para la música. Cuando ella vino a mi jardín de infantes, yo tenía solo 3 años, pero algunos de los otros llamaron a la maestra a un lado e insistieron en que se reuniera conmigo. Siempre estaba tocando todo y cantando y haciendo cosas musicales todo el tiempo. Ella tocó algunas melodías en el piano y yo canté todo de vuelta, ella aplaudió algunos ritmos, yo aplaudí todo de vuelta. Así que ella dijo: "Está bien. Me lo llevaré". Así que empecé a ir a clases de música con los niños de cinco años. Pasé por alrededor de siete años de entrenamiento clásico después de eso.
Cuando tenía 12 años, tuve un profesor de inglés que era músico y tocaba el bajo. Pasó mucho tiempo en el extranjero en Canadá y trajo mucho jazz, soul y música funk con él. Cuando vio que yo estaba interesado en este tipo de música, comenzó a hacerme estos casetes, por lo que, por primera vez, realmente tuve acceso a esos géneros. Fue entonces cuando escuché por primera vez el órgano Hammond, que ahora es mi instrumento principal, mi voz principal.
Poco tiempo después nos mudamos a Praga y realmente comencé a jugar en la escena musical allí. Incluso antes de graduarme de la escuela secundaria, me recogió un chico de Praga que ya era un famoso guitarrista de jazz. Me contrató en su banda y comencé a tocar en clubes de jazz con ellos. Así es como empezó todo. Cuando me gradué de la escuela secundaria, ya había decidido: "Voy a tocar música".
¿Qué le intrigó de los estados y, más específicamente, de la ciudad de Nueva York, y lo impulsó a mudarse aquí? Además, ¿cuál fue tu experiencia musical en la ciudad y cómo se compara con tu experiencia en Europa?
Había un disco que escuché cuando tenía 25 años de Josh Redman y su grupo, Elastic Band. Tenían a este teclista llamado Samuel Hill, y cuando escuché el disco me enamoré por completo de su estilo de tocar. Desde ese momento supe que tenía que venir a Nueva York y quería estudiar con Samuel Hill. Dos o tres años más tarde, cuando Elastic Band vino a un festival en Praga, tuve la oportunidad de conocerlo y hablar con él. Obtuve su información y me dijo que viniera a Nueva York y pasara el rato y que podría tomar lecciones con él. Así que eso es lo que hice.
2009 fue cuando decidí que iba a venir a Nueva York, pero pensé que me iba a quedar por seis meses tal vez. Hacia el final de esos seis meses, me topé con una iglesia en Brooklyn, una iglesia afroamericana. Dio la casualidad de que la banda de la iglesia era un trío y en esa banda había una persona que luego se convirtió en uno de los organistas más famosos de la actualidad, Corey Henry.
Toda la experiencia en esa iglesia me dejó alucinado. Fue como un milagro. En primer lugar, ver el servicio fue completamente abrumador y sentí todo tipo de emociones. Estaba llorando, saltando arriba y abajo, era una locura. En ese momento mi inglés era muy limitado y solo entendía como un tercio de las cosas que decían, pero fue increíble. Así que empecé a pasar el rato en esa iglesia.
Ese mismo día, encontré este micrófono abierto en el Village Underground. Desafortunadamente ya no está, pero fue dirigido por un cantante llamado Ron Grant. Village Underground fue un elemento básico para tanta gente. Fue una gran fuente de inspiración para mí porque la mitad de la banda solía tocar con Whitney Houston y los cantantes que surgían eran excelentes.
Era divertido, era el único hombre blanco en la sala y no sabía nada de música. Así que seguí preguntando a la gente: "Oye, ¿cuál es esta canción? ¿Cuál es esta canción?" Y lo escribiría todo. Todavía tengo esa lista hoy porque mi sueño era jugar con ellos. Debido a esa iglesia y Village Underground me di cuenta de que necesitaba quedarme en Nueva York y experimentar más de esta música, así que me quedé.
¿Cómo te inspiró creativamente esa mezcla de culturas y cómo eres capaz de comunicar todas esas diferentes culturas y tradiciones desde la República Checa hasta los EE. UU. y en todo el mundo a través de tu música?
Durante bastante tiempo me sentí muy inválida en esos ambientes porque no podía emular ese sonido. Fue como, “Me encanta cómo suena esto, es increíble. ¿Cómo lo están haciendo? No puedo resolverlo." Quería desarrollar una comprensión de esa tradición lo más profunda posible, proveniente de un trasfondo cultural diferente. Pensé que si paso el tiempo suficiente y aprendo todo lo que pueda, tal vez pueda aportar algo propio.
Cuando estás tratando de aprender un estilo de música que te es completamente extraño, creo que la mejor manera es vivir ese estilo de vida por un minuto. Come esa comida, al menos trata de usar la ropa o entenderla, no para emular algo, pero trata de entender de dónde viene la música porque la música es algo cultural. Y suele reflejar la sociedad y las comunidades. Durante mucho tiempo pensé, "ah, simplemente no lo tengo", pero me llevó mucho tiempo darme cuenta de que en realidad podría tener algo diferente.
Realmente comencé a darme cuenta cuando mi amigo Kennedy y yo formamos una banda llamada Kennedy Administration. Comenzamos a tocar todas las semanas en un club llamado Groove y tocamos allí durante al menos cinco años de manera constante. Empecé a notar que los chicos a los que íbamos a ver otros días ahora venían a vernos. Así que pensamos “quizás tengamos algo aquí, quizás no toquemos algo que los va a dejar boquiabiertos, pero es algo de valor y vienen a comprobarlo.
Eso me dio mucha confianza. Quería seguir estudiando tanto como pudiera, pero no para emular el sonido de otras personas, sino para descubrir qué podía aportar. Así es como es en la vida real también. Y la música me ayudó a darme cuenta de eso.
¿Cuál ha sido la parte más desafiante de tu viaje musical y cómo pudiste superarlo?
Fue un desafío tras otro, sinceramente. Estoy muy contenta y afortunada de que todo esté funcionando como está y haya funcionado como lo ha hecho. Diría que el primer gran desafío fue mudarme a Nueva York. Mi inglés no era tan bueno, así que tuve que descubrir cómo ser la misma persona que soy en mi lengua materna, en inglés. Lo hizo viendo la televisión. Volví a ver algunos de los programas de televisión estadounidenses que veía cuando era adolescente doblados al checo, volví a verlos en inglés, busqué en Google las palabras que no entendía y tomé notas.
En segundo lugar, me enamoré de la música que no tiene nada que ver con mi educación o mis raíces. Muchos de los músicos con los que toco tienen un repertorio incorporado porque eso es todo lo que escuchaban en casa cuando eran niños. Una de las mayores desventajas además de no saber realmente cómo ser estilísticamente correcto y simplemente tocar con la sensación correcta, por así decirlo, no sabía nada del repertorio. Así que ese fue otro desafío. Y lo sigue siendo hasta hoy. Así que consumo mucha música y realmente trato de entrar en ella.
Aparte de todo eso, vivir en Nueva York es un desafío en sí mismo. Es un lugar que realmente no te lo pone fácil. Cualquier cosa que hagas o quieras hacer, es un poco más difícil en Nueva York. Pero entonces podría ser mucho más gratificante si lo logras.
Llegué a la ciudad con el poco dinero que había ahorrado y tuve la ayuda de un amigo de la familia durante el primer año o dos, pero se acabó bastante rápido. Es muy difícil ganar dinero con la música en Nueva York, especialmente si no eres tan bueno como todos los demás músicos, lo que definitivamente yo no era en ese momento. Recuerdo que un mes vendí todos mis teclados y una chaqueta de cuero en eBay para poder pagar el alquiler. Pero luego, al mes siguiente, todo cambió, mejoró.
¿Qué papel ha desempeñado la tutoría en su carrera y vida como músico?
Hay una persona que ha sido muy influyente en mi vida musical y en realidad no. Hubo un momento en mi carrera en el que estaba pensando en dejar de tocar música por completo y conseguir un trabajo reparando pianos eléctricos. Los conciertos no llegaban, los que llegaban no eran muy buenos y, en general, no me gustaba cómo sonaba. Pensé, "está bien, lo intenté, ya es suficiente". Luego, este tipo me llevó a desayunar y me convenció de que no lo hiciera.
Tres semanas después, llamó el gerente de Gregory Porter. Así que “este tipo” me enseñó mucho de lo que sé hacer con el órgano y sobre la música de órgano en general. Su nombre es Shedrick Mitchell. Ahora está de gira con Maxwell y ha estado de gira con Whitney Houston durante años. Ha tocado con casi todo el mundo, Aretha, Stevie Wonder. Es un músico fenomenal. Una de las cosas más sorprendentes de él es que puede tocar cualquier estilo de música, desde la clásica hasta el jazz, el hip hop, el soul R&B y la iglesia, y siempre pensarías que eso es lo principal que hace porque es muy bueno en eso. Él es el que realmente me enseñó mucho sobre cómo acompañar a los cantantes, cómo estar en el bolsillo con la música y tantas otras cosas. Siempre me ayudó.
Tuve otros en diferentes ocasiones, como Corey Henry, que también me mostró algunas cosas. El tipo es mi héroe total, pero fue en ese momento cuando no entendí nada de eso. Pero me ayudó de muchas otras maneras. La mayoría de los teclistas terminan mirando sus videos y transcriben algunas de sus interpretaciones, que es lo que yo también hice. También fue quien me dijo que intentara quedarme en Nueva York. Él dijo: "Oye, incluso si tienes que ser camarero o lo que sea, prepárate, pero quédate en Nueva York, vale la pena". Así lo hice, y valió la pena.
¿Qué te trajo a Berklee City Music y qué encuentras más inspirador de trabajar con los estudiantes aquí?
Berklee City Music me contactó sobre este programa, así que hice una clase magistral en línea durante la pandemia. Después de eso, los jóvenes estudiantes siguieron buscándome en Instagram y preguntándome cosas diferentes, pensé que tal vez había algo, especialmente para los estudiantes internacionales. Tal vez haya algo que pueda motivar a la gente y tal vez yo tenga algo que compartir.
Ver a mis mentores me hizo darme cuenta de la importancia de la tutoría. Porque lo necesitas especialmente hoy cuando no hay falta de información, pero hay falta de sabiduría. Hay tanta información en todas partes, pero realmente no sabes qué hacer con ella.
¿Qué encuentro inspirador? Siento que debido a la tecnología y a lo rápido que los estudiantes son con ella, son mucho más libres en muchos aspectos. Otra cosa que me gusta de trabajar con estudiantes es que si vas a decirles a los jóvenes algunas "verdades fundamentales" sobre algo, primero debes resolverlo por ti mismo y organizar tus pensamientos. Tienes que estar muy seguro de lo que estás diciendo porque al final del día es tu responsabilidad. Eso a veces incluso significa desafiar sus propios puntos de vista y opiniones. Y luego, por supuesto, ver a alguien llevar tu consejo al siguiente nivel y luego tener éxito con él, eso es lo más asombroso.
¿Ese sentimiento?
Hay un par de modos diferentes cuando ocurre "Ese sentimiento". Una es cuando estás solo y estás creando algo y simplemente fluye. La información fluye desde algún lugar, pero nadie sabe realmente de dónde viene. Siempre sé que estoy en esa zona cuando el tiempo pasa muy rápido, cuando de repente está oscuro afuera, es muy tarde y tengo que irme a la cama, o se suponía que debía estar abajo para una llamada del lobby y yo todavía estoy en calzoncillos porque estaba trabajando en un ritmo o algo así. Ese es un sentimiento.
La otra, que es algo que espero se quede conmigo por el resto de mi vida y que nunca pierda, es cuando estás tocando en el escenario con un grupo de músicos, con un grupo de personas, y ustedes están de acuerdo. Cuando las cosas fluyen y suceden naturalmente. Luego, cuando tu audiencia también está sintonizada en la misma longitud de onda y ustedes están creando en el escenario y hay este intercambio con la audiencia, la energía fluyendo de un lado a otro, eso es lo más increíble que existe. No hay nada que pueda vencer eso.
¿Que sigue?
Debido a la Pandemia, la gira mundial de Gregory Porter se pospuso en un par de ocasiones. Así que estoy emocionado de estar de vuelta en la carretera con él. Tengo algunas cosas propias en las que estoy trabajando en paralelo. El primero es un proyecto de órgano solista que estoy tratando de hacer de vez en cuando y también me sumerjo mucho en la producción de EDM, que es algo muy nuevo para mí, pero me encanta.
Tengo otro proyecto en mente que involucraría el clavinet, este instrumento muy funky que Stevie Wonder realmente usa mucho, y este otro artilugio retro muy específico, así que he estado explorando eso. Solo trato de encontrar formas de renovarlo, tomar la tecnología y darle una nueva vida de una manera diferente que sea realmente mía.
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